miércoles, 29 de septiembre de 2010

Un día de cólera

Parafraseo a Pérez Reverte, porque escribe como Dios, pero no lo homenajeo, que parece que ya se gusta lo bastante como para que los demás le demos cobilla. Pero a lo mío. Es 29 de septiembre, son casi las diez y cuarto de la noche y, después de una jornada de huelga, toca jornada de reflexión. Para mí, hoy ha sido mi primera huelga general como trabajadora, aunque como estoy de vacaciones no me ha planteado grandes dilemas, simplemente si me quedo en casita o asisto a la manifestación. Por las fotos, veréis que he optado por ir. Pero voy a realizar un ejercicio de imaginación. 

Suponiendo que estuviera trabajando y que no me hubieran adjudicado los servicios mínimos (esto sí que es mucho suponer), ¿habría ido a la huelga? Pues no lo sé. Partiendo de la base de que soy una privilegiada (curiosamente lo soy ahora, hace tres años, cuando saqué la plaza no lo era tanto, una muestra de la degradación del mercado laboral), creo que habría podido ir porque podría haberme permitido perder un día de sueldo. Que parecerá una tontería, pero ya sabemos cómo está el percal... Digamos que en el apartado material, lo tendría resuelto. Pero mi pregunta y mi dilema es ¿se merecen los sindicatos que los acompañemos en una convocatoria de huelga? Sinceramente, creo que no. Lo mismo estoy equivocada, de medio a medio y resulta que llevan los últimos diez años partiéndose la espalda por los trabajadores, pero entonces lo que tienen es un grave problema de marketing, porque la sensación es de que no han hecho nada. Los problemas laborales de los que nos quejamos (si veis las cartas que están mandando jóvenes desempleados a El País) no son nuevos, yo los llevo oyendo desde que soy chica y parece que los medios, los sindicatos y los políticos los están descubriendo ahora. 

A ver, ¿quién no ha encadenado una beca con otra, sin cobrar, por supuesto? ¿Quién, estando de becario no ha suplido un puesto de trabajo? ¿A quién no lo han contratado como un auxiliar de lo que sea, es decir, con una categoría profesional de FP, aunque estuviera licenciado? Y encima, ¿a quién contratado como auxiliar no lo han puesto a desempeñar un puesto de técnico, es decir, de licenciado, con un sueldo de auxiliar? ¿A quién no lo han contratado con dos horas al día para luego echar diez, cotizando dos, por supuesto? ¿A quién no le han exigido que se dé de alta como autónomo para ejercer funciones de asalariado? ¿Quién no ha encadenado contratos y contratos temporales ejerciendo el mismo trabajo, en el mismo edificio, en el mismo despacho y con el culo plantado en la misma silla, pero en empresas sobre el papel distintas para que no lo hicieran fijo? Con las siguientes consecuencias... despido sin indemnización o con indemnización ridícula, cotización... cero a la izquierda o cero con escasos decimales, un paro de risa y, para colmo, sin poder demostrar nada en tu currículum porque tienes menos papeles que el sastre de Camps. 







La historia es más vieja que la tana, digo yo que los sindicatos lo sabrían, para saberlo les pagan, desde luego. Los políticos, si no se han enterado, es que viven más lejos de la realidad de lo que yo me creía, tanto, que parece que son de Marte y los trabajadores de Venus y los medios, desde luego que lo saben, son prácticas que llevan a cabo con una asiduidad alarmante... Pues ea, ahora lo ponemos por escrito, eso y más, lo convertimos en ley. Ojo, que una ley no es una medida para salir del paso, para sortear la crisis, sino que se hace con vistas a un futuro, con idea de mantenerlo a la larga. Y ahora, cuando a los sindicatos se lo ponen negro sobre blanco se echan las manos a la cabeza y montan lo de hoy, un día de cólera, un día de pataleo, de rabieta. Con gente que abre las tiendas en cuanto pasan los piquetes, que se va a los bares  después de la manifestación, que lleva su propia pancarta quejándose de sus propios problemas y con delegados que cambian banderines por latas de cerveza, yo que soy muy malpensada, creo que lo hacen para reciclar y también para que el personal se anime a llevarles la publicidad. Me parto con el eslógan de "ni un paso atrás". Llevan tantos pasos atrás, que cuando les ha tocado cambiar el ritmo y echarse para adelante, les pasa lo de hoy, que tropiezan. Y se caen. Veremos a ver si se levantan. Si nos levantamos, vaya. 


1 comentario:

  1. Estoy completamente de acuerdo con todo tu planteamiento, ¡y ahora que!.

    Teniendo en cuenta que partimos de un sistema bi-partidista con una pseudo izquierda barriendo a la derecha y una derecha extrema que se hace pasar por popular (del pueblo). De un pueblo que se percata pero no se moviliza.
    Somos muchas familias las que hemos vivido y vivimos lo que cuentas... pero nadie se mueve.
    Somos conscientes de que la banca nos ha llevado a la ruina, el estado con dinero de populacho sanea sus cuentas y .... y nada, seguimos pasando por el aro.

    O bien tenemos lo que merecemos por nuestra parsimonia, o por el contrario, este sistema corrompido esta diseñado para eliminar la voluntad de los más débiles (económica y socialmente hablando), y convertir a los políticos en títeres de las multinacionales.

    La cuestión es que estábamos hasta el cuello desde que tengo memoria, y el futuro se muestra aun más negro.

    ¿Hasta donde aguantará el españolito?

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